Imagen corporativa: Invertir en el posicionamiento de tu marca

Imagen corporativa: Invertir en el posicionamiento de tu marca

Muchas empresas le tienen miedo al cambio, sobre todo si siempre han implementado la misma fórmula para hacer y vender sus productos o servicios. Sin embargo, la evolución y la inversión en la imagen corporativa de cualquier empresa (ya sea nueva o no) es un elemento esencial que deberían hacer todas las organizaciones cada cierto tiempo que, idealmente, podría ser cada diez años, esto de acuerdo con el tiempo mínimo que se otorga un derecho de marca.

El rebranding (como también es llamado) puede ser algo difícil, sin embargo, existen muchas firmas de diseño gráfico que están especializadas en este tipo de proyectos, los cuales, crean algo nuevo basándose del corazón ideológico, la historia, el producto o servicio y el target persona de tu empresa para renovarla sin perder su naturaleza, por ello, ponerse en manos de los expertos sería una inversión mínima comparada con las ganancias que atraería a tu empresa.

Entre las cosas básicas que se modifican al momento de hacer un rebranding se encuentran: el nombre (aunque solo recomendamos cambiarlo en casos extremos), logotipo, tipografías, diseño de interiores y exteriores o stands, mensaje publicitario (slogan), decoración, uniformes, material gráfico y de papelería corporativa, página web, redes sociales, vehículos, etc.

La imagen corporativa como rebranding

En este caso la pregunta es ¿cuándo debo de hacer un rebranding? El objetivo principal de este es cambiar el posicionamiento de la marca, es decir las percepciones que tienen tus clientes de ti, ya que los valores, el corazón ideológico o algunos objetivos seguramente han cambiado en tu empresa o se han ajustado por el mismo dinamismo del mercado. Otro motivo puede ser para diferenciarte de la competencia y explotar tu nueva propuesta de valor.

Ejemplo de casos de éxito de un cambio de imagen se encuentran las empresas como: Apple, Coca-Cola, Starbucks, KFC, Animal Planet, Converse y Lego, por mencionar algunas.

Recuerda que el cambio de imagen corporativa no quiere decir que lo que ya tienes afianzado es disfuncional, sino que podría funcionar de una mejor manera, siempre y cuando le des otra vista (pero acorde a tu giro comercial) para ganar una diferenciación relevante y creíble delante de tus competidores.