Tengo ya varios años apoyando a emprendedores a iniciar sus negocios, y aunque cada proyecto es único, he identificado algunos puntos en los que muchos coinciden. Uno de estos es cuando ya tienen claro qué quieren hacer, pero no saben por dónde empezar. Te propongo que sigas leyendo, para que puedas poner manos a la obra cuando des consultoría a algún emprendedor.
Los seres humanos siempre hemos tenido una fascinación y respeto por la muerte, por lo que, a lo largo y ancho del planeta, el culto a esta se hace presente en diferentes formas, ya sea como una ofrenda hacia los seres queridos, un tributo a los dioses o una burla a lo inevitable, pero ¿qué pasa cuando dos festividades compiten entre sí para saber cuál liderará en un país?, ¿acaso es imposible que convivan en un mismo lugar?
Para poder dar a conocer nuestra empresa, existen muchas estrategias y opciones innovadoras para impulsar los productos y servicios que ofreces al mercado. Día con día, nacen nuevas alternativas de promoción y publicidad, donde las redes sociales se coronan como la opción más efectiva, popular y accesible. Los microinfluencers son una estrategia a considerar seriamente, de eso hablaremos en este blog.
La mercadotecnia ha sido una herramienta más entre la relación cliente – vendedor y, apoyándose en la publicidad, ha sabido vender cualquier tipo de producto o servicio haciéndole creer al comprador que es un bien necesario que debe adquirir. Sin embargo, ¿qué pasa cuando “lo siniestro” toma protagonismo de este tipo de mercado?
Muchas empresas le tienen miedo al cambio, sobre todo si siempre han implementado la misma fórmula para hacer y vender sus productos o servicios. Sin embargo, la evolución y la inversión en la imagen corporativa de cualquier empresa (ya sea nueva o no) es un elemento esencial que deberían hacer todas las organizaciones cada cierto tiempo que, idealmente, podría ser cada diez años, esto de acuerdo con el tiempo mínimo que se otorga un derecho de marca.
Durante años hemos hecho todo para el cliente, pero sin él involucrado en el proceso. Ahora debemos colaborar en un esquema bidireccional con el cliente, tenemos que desarrollar relaciones que se centren en los comportamientos y necesidades de nuestro principal grupo de interés: los clientes.
